Diana Díaz: “Los niños que sufren acoso escolar pueden presentar un cambio brusco en su conducta y estado de ánimo”

 Ser Padres, 18/10/2016


El acoso escolar alcanza los 15,5% del total de las consultas de violencia recibidas por el Teléfono ANAR. Su subdirectora, Diana Diaz, nos habla sobre el problema.

¿Cuándo deja de ser cosa de niños y se convierte en bullying?

D.D.-Hablamos de acoso escolar o bullying cuando las humillaciones y agresiones a un niño se repiten y se mantienen en el tiempo. No solo se refiere a violencia física sino también a situaciones en las que uno o más alumnos insultan, difaman, amenazan, chantajean, difunden rumores, roban, rompen material, ignoran, aíslan de manera intencionada, sistemática y prolongada en el tiempo a la víctima. Es importante valorar las consecuencias psicológicas que tiene en nuestro hijo, sus sentimientos, la indefensión, la pérdida de autoestima, así como cambios bruscos en su conducta.

Los padres suelen ser los últimos en enterarse, ¿en qué se deben fijar?

D.D: En ocasiones y, sobre todo al principio, el acoso escolar puede pasar inadvertido. Por ello, es fundamental en casa fomentar un clima de confianza y comunicación. En este ambiente, es más fácil que nuestro hijo nos cuente cualquier problema que pueda tener. Los niños o adolescentes que sufren acoso escolar pueden presentar un cambio brusco en su conducta y estado de ánimo. Pueden estar más tristes y llorar fácilmente. También es común que estén más aislados y eviten ir a clase y puedan presentar síntomas físicos (marcas, rasguños) y/o somáticos (vómitos, insomnio,…). El rendimiento escolar también puede verse afectado significativamente.

¿Cómo deben actuar si creen que lo está sufriendo su hijo?

D.D.-Es fundamental mostrarle nuestro apoyo e indicarle que vamos a dar todos los pasos necesarios para resolver el problema y protegerle. Hay que reflexionar con los niños sobre la importancia de no callar, para encontrar una solución. Trata de explicarle la necesidad de que el centro escolar tome medidas. En primer lugar, hay que hablar con el tutor y, si la situación continúa o no se adoptan medidas, comunicarlo a la Dirección o, en casos mucho más graves, a la Inspección Educativa. La Asociación de Padres y Madres de Alumnos también es otra vía que podamos contemplar. Los psicólogos del Teléfono ANAR del Adulto y la Familia (600 50 51 52) siempre recomendamos mantener una vía conciliadora y de colaboración con el centro.

Si la agresión es física, es necesario acudir al médico, para que valoren el estado de salud de nuestro hijo y para que puedan hacer, si fuera necesario, un parte de lesiones y para presentar en el centro o adjuntarlo a una denuncia (si el agresor tiene a partir de 14 años, puesto que es la edad de responsabilidad penal).

Es necesario valorar la posibilidad de asistencia psicológica para nuestro hijo, tanto si ha sido víctima para fortalecer su autoestima y así pueda afrontar la situación, como si ha sido agresor, para enseñarle a controlarse y a relacionarse sanamente con sus iguales.

 

 

 

Último caso en Gijón… La madre de una niña que se ha suicidado denuncia al centro porque, supuestamente, fue “hostigada” por sus compañeras. ¿Son los colegios los últimos responsables del acoso escolar? ¿Cómo deben actuar cuando detecten un caso?

El centro escolar tiene la responsabilidad de tomar todas las medidas oportunas para garantizar que un niño/a vaya al colegio y se sienta seguro. También es fundamental que los padres del niño que sufre acoso escolar, lo comuniquen al centro para que puedan estar al tanto e investiguen y recaben información sobre el suceso. El centro debe hablar con las partes implicadas, informar al equipo directivo y orientación, trabajar el tema en tutorías, a través de sesiones planificadas, informar de lo ocurrido a las respectivas familias, y pedir su colaboración para atajar el problema. Desde allí se deben adoptar las medidas oportunas a través del Consejo Escolar teniendo en cuenta el Reglamento de Régimen Interno, también valorando el apoyo psicológico a la víctima. Si la situación excede los recursos del Centro, será imprescindible que el centro recurra a otros organismos o profesionales: Inspección Educativa, Fiscalía de Menores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Servicios Sociales, Servicios de Salud….

Las redes sociales pueden convertirse en un amplificador de ese acoso escolar. ¿Qué conductas son delictivas en estos foros?

El acoso escolar ya no se da solamente en las aulas, sino que el ciberbullying es sin duda un arma peligrosa puesto que los agresores utilizan este medio para insultar, burlar, difundir rumores o publicar cualquier contenido ofensivo en relación a la víctima o incluso suplantar su identidad. El riesgo es el anonimato con el que actúan donde la víctima en muchas ocasiones no puede identificar al agresor, lo cual incrementa su sentimiento de indefensión. Muchas de estas conductas suponen una clara vulneración del derecho al honor y la intimidad del menor. En determinados casos, también podemos estar ante acciones delictivas. Desde el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia contactamos con las Unidades Especializadas de Delitos Tecnológicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y facilitamos este recurso a los padres cuando es necesario.

¿Contempla la ley del menor el acoso escolar? ¿Lo castiga de alguna manera?

Desde nuestro ordenamiento jurídico, existen instrumentos legales necesarios para prevenir y corregir las situaciones de acoso escolar. No obstante, desde la Fundación ANAR llevamos años proponiendo que se cree una ley integral para la violencia infantil, no solo para este tipo de violencia, también para casos de maltrato, abuso sexual, abandono, etc. Una ley que integre medidas de protección, sensibilización, prevención y medidas legislativas.



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