Diana Díaz: “Los niños que sufren acoso escolar pueden presentar un cambio brusco en su conducta y estado de ánimo”
El
acoso escolar alcanza los 15,5% del total de las consultas de violencia
recibidas por el Teléfono ANAR. Su subdirectora, Diana Diaz, nos habla sobre el
problema.
¿Cuándo deja de
ser cosa de niños y se convierte en bullying?
D.D.-Hablamos
de acoso escolar o bullying cuando las humillaciones y agresiones a un niño se
repiten y se mantienen en el tiempo. No solo se refiere a violencia física sino
también a situaciones en las que uno o más alumnos insultan, difaman, amenazan,
chantajean, difunden rumores, roban, rompen material, ignoran, aíslan de manera
intencionada, sistemática y prolongada en el tiempo a la víctima. Es importante
valorar las consecuencias psicológicas que tiene en nuestro hijo, sus
sentimientos, la indefensión, la pérdida de autoestima, así como cambios
bruscos en su conducta.
Los padres
suelen ser los últimos en enterarse, ¿en qué se deben fijar?
D.D:
En ocasiones y, sobre todo al principio, el acoso escolar puede pasar
inadvertido. Por ello, es fundamental en casa fomentar un clima de confianza y
comunicación. En este ambiente, es más fácil que nuestro hijo nos cuente
cualquier problema que pueda tener. Los niños o adolescentes que sufren acoso
escolar pueden presentar un cambio brusco en su conducta y estado de ánimo.
Pueden estar más tristes y llorar fácilmente. También es común que estén más
aislados y eviten ir a clase y puedan presentar síntomas físicos (marcas,
rasguños) y/o somáticos (vómitos, insomnio,…). El rendimiento escolar también
puede verse afectado significativamente.
¿Cómo deben
actuar si creen que lo está sufriendo su hijo?
D.D.-Es
fundamental mostrarle nuestro apoyo e indicarle que vamos a dar todos los pasos
necesarios para resolver el problema y protegerle. Hay que reflexionar con los
niños sobre la importancia de no callar, para encontrar una solución. Trata de
explicarle la necesidad de que el centro escolar tome medidas. En primer lugar,
hay que hablar con el tutor y, si la situación continúa o no se adoptan
medidas, comunicarlo a la Dirección o, en casos mucho más graves, a la
Inspección Educativa. La Asociación de Padres y Madres de Alumnos también es
otra vía que podamos contemplar. Los psicólogos del Teléfono ANAR del Adulto y
la Familia (600 50 51 52) siempre recomendamos mantener una vía conciliadora y
de colaboración con el centro.
Si
la agresión es física, es necesario acudir al médico, para que valoren el
estado de salud de nuestro hijo y para que puedan hacer, si fuera necesario, un
parte de lesiones y para presentar en el centro o adjuntarlo a una denuncia (si
el agresor tiene a partir de 14 años, puesto que es la edad de responsabilidad
penal).
Es
necesario valorar la posibilidad de asistencia psicológica para nuestro hijo,
tanto si ha sido víctima para fortalecer su autoestima y así pueda afrontar la
situación, como si ha sido agresor, para enseñarle a controlarse y a
relacionarse sanamente con sus iguales.
Último caso en
Gijón… La madre de una niña que se ha suicidado denuncia al centro porque,
supuestamente, fue “hostigada” por sus compañeras. ¿Son los colegios los
últimos responsables del acoso escolar? ¿Cómo deben actuar cuando detecten un
caso?
El
centro escolar tiene la responsabilidad de tomar todas las medidas oportunas
para garantizar que un niño/a vaya al colegio y se sienta seguro. También es fundamental
que los padres del niño que sufre acoso escolar, lo comuniquen al centro para
que puedan estar al tanto e investiguen y recaben información sobre el suceso.
El centro debe hablar con las partes implicadas, informar al equipo directivo y
orientación, trabajar el tema en tutorías, a través de sesiones planificadas,
informar de lo ocurrido a las respectivas familias, y pedir su colaboración
para atajar el problema. Desde allí se deben adoptar las medidas oportunas a
través del Consejo Escolar teniendo en cuenta el Reglamento de Régimen Interno,
también valorando el apoyo psicológico a la víctima. Si la situación excede los
recursos del Centro, será imprescindible que el centro recurra a otros
organismos o profesionales: Inspección Educativa, Fiscalía de Menores, Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad, Servicios Sociales, Servicios de Salud….
Las redes
sociales pueden convertirse en un amplificador de ese acoso escolar. ¿Qué
conductas son delictivas en estos foros?
El
acoso escolar ya no se da solamente en las aulas, sino que el ciberbullying es
sin duda un arma peligrosa puesto que los agresores utilizan este medio para
insultar, burlar, difundir rumores o publicar cualquier contenido ofensivo en
relación a la víctima o incluso suplantar su identidad. El riesgo es el
anonimato con el que actúan donde la víctima en muchas ocasiones no puede
identificar al agresor, lo cual incrementa su sentimiento de indefensión.
Muchas de estas conductas suponen una clara vulneración del derecho al honor y
la intimidad del menor. En determinados casos, también podemos estar ante
acciones delictivas. Desde el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia contactamos
con las Unidades Especializadas de Delitos Tecnológicos de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad y facilitamos este recurso a los padres cuando es
necesario.
¿Contempla la
ley del menor el acoso escolar? ¿Lo castiga de alguna manera?
Desde
nuestro ordenamiento jurídico, existen instrumentos legales necesarios para
prevenir y corregir las situaciones de acoso escolar. No obstante, desde la
Fundación ANAR llevamos años proponiendo que se cree una ley integral para la
violencia infantil, no solo para este tipo de violencia, también para casos de
maltrato, abuso sexual, abandono, etc. Una ley que integre medidas de
protección, sensibilización, prevención y medidas legislativas.