Chonis y canis

 Iker Peña Hernández


Los 2000 son sinónimo de música electro, pantalones de campana, pitillos y plataformas, pero también de chonis y canis. ¿Qué es ser una choni? ¿Y un cani? ¿Qué les diferencia del resto? Ambos llaman la atención a kilómetros de distancia y su vocabulario se reduce a las mil palabras, la mayoría malsonantes e inventadas.


El uniforme reglamentario de una choni es el chándal, de Nike a ser posible. Una choni es una persona hortera de generoso escote que viste colores chillones con estampados llamativos. El abrigo de una choni también se distingue rápidamente del resto. Son gruesos, de color blanco o negro y con capucha esquimal. En su particular vestuario tampoco pueden faltar las plataformas pasadas de moda, los piercings, tatuajes y pendientes de aro. 

El exceso de maquillaje es otro de sus distintivos. Llevan pintada la raya del ojo hasta casi tocar las orejas, labios de color intenso, sombra de ojos hasta las cejas y pestañas postizas. Vamos, que les gusta salir a la calle como el 'Ecce Homo' de Cecilia, discretas e inadvertidas. 

En cuanto al pelo, suelen llevan extensiones, flequillo hasta las cejas y peinado liso pasado por plancha. Aman sus teléfonos móviles, les gusta el flamenquito o bacalao, posan con morritos en los selfies y cuidan con mimo y detalle nuestra lengua, sobre todo cuando escriben llevar con b. Y de las chonis... a los canis. 

La ropa de un cani es inconfundible. Siempre van en chándal (Nike, Adodas o Acidas) aunque, a veces, visten con unos vaqueros ajustados enseñando esos calzoncillos llamativos. Tampoco faltan las camisetas de tirantes ajustadas para marcar musculito o, al menos, intentarlo. Nunca llevan zapatos. i

Las zapatillas deportivas de muelles siempre les acompañan. En este sentido son completamente ajenos a las modas. Les encantan las gorras, las tienen de todos los colores y las usan aún cuando no hace sol. Eso sí, cuando deciden no ponérsela se engominan el pelo hasta parecerse a un erizo asustadizo. Su corte de pelo particular es el peinado "cenicero", el pelo en forma de U o cenicero. 

Algunos se hacen mechas de color rubio pollo, otros dibujos en el pelo como el símbolo del dólar o su nombre, y a todos les encantan los coches con altavoces hacia el exterior y las luces de neón. Collares, pulseras y anillos de oro les dan ese toque de malotes que tanto les gusta. Sin olvidarnos de las gafas de sol Carrera, esas que les tapa prácticamente la cara, de los piercings en cejas y pezones y tatuajes. 

A pesar de su escasa inteligencia, las chonis y los canis han conseguido crear su propia jerga, todo un triunfo. Llaman "manooh" a su hermano, "leuriyo" a los euros y "er lloni" al chungo que les amenaza. Cuidadín con esta gente tan guay que escucha a Camela, están to locos.

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