Calisto y Melibea: el encuentro (adaptación)
La Celestina , ACTO I
Siglo XV
```[TEXTO ADAPTADO]
Fuente de la imagen: https://images.app.goo.gl/Zeehd13k4amDfn9Z7 |
CALISTO-
En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
MELIBEA-
¿En qué, Calisto?
CALISTO-
En que la naturaleza te ha dotado de una hermosura perfecta, y en que yo, sin
merecerlo, te acabo de descubrir aquí, el lugar más adecuado para para comunicarte
mi alegría y mi secreto y dolor. Porque verte es para mí un galardón mayor que
el que puedo alcanzar haciendo buenas obras. ¿Quién ha visto en el mundo a un
hombre tan dichoso como yo? Ni siquiera los santos, que se deleitan en el cielo
con la visión divina, gozan más que yo contemplando tu cuerpo. Pero, ¡oh,
triste de mí!, hay una gran diferencia: los santos son espíritus que están en
la gloria sin miedo a perder su dicha, y en cambio yo, que además de alma tengo
un cuerpo, temo el terrible tormento que tu ausencia me ha de causar.
MELIBEA-
¿Verme te parece un gran premio, Calisto?
CALISTO-
Si Dios me diese en el cielo un sitio a su lado, delante de todos los santos,
no sería más feliz.
MELIBEA.-(Irónica
e irritada) ¡Pues el mismo “galardón” te daré yo si insistes….!
CALISTO.-
¡Oh, dichosas orejas mías, que han oído tan maravillosa palabra!
MELIBEA-
Más bien serán desdichadas cuando oigan lo que voy a decirte. (Furiosa)
¡Vete de aquí, lascivo! No puedo tolerar que tu loco atrevimiento y tus retorcidas
palabras echen a perder mi virtud. ¡Vete, vete de aquí, desvergonzado, que mi
paciencia ya no soporta más tiempo que el amor ilícito se haya apoderado de tu
corazón y me comunique su placer!
CALISTO-
Me iré, tan desgraciado como aquel a quien la contraria Fortuna mira con odio
cruel.