Vale el vale, pero no vino el vino
(1901-1982)
La tesis de Nancy (1969)
Así
llegamos al café. Mi novio solia vender vinos a aquel establecimiento, y
al verlo llegar el encargado, que le había dado el día antes un vale
firmado en lugar de dinero, le preguntó bajando la voz: -¿Vale el vale?
-Sí -dijo Curro-. Pero no vino el vino.
Mrs.
Dawson repetía: «Vale el vale. Vino el vino». Parecían consignas
secretas en clave. En aquel momento dos contertulios estaban hablando
animadamente y uno se lamentaba de tener que ir cada día a casa del
dentista, donde pasaba grandes molestias. El otro le preguntaba cómo se
las arreglaba para comer y el de los dientes respondía agriamente:
-¿Cómo como? Como como como.
-¿Cómo como? Como como como.
Bajó
la voz Mrs. Dawson para preguntarme qué idioma hablaba aquel hombre que
repetía la misma palabra cinco veces en diferentes tonos, como los
chinos. Curro dijo que hablaba portugués «del otro lado de la mar» y añadió: "Eze tiene una tía mulata de Riojaneiro. ¿No ha oído mentar esa tierra? El que la descubrió era de Roja y de ahí el nombre. La tia es la que suelta la mosca para que el niño estudie en la Universidd de Sevilla"