El 43% de los chicos que sufren acoso escolar homófobo piensa en suicidarse
“Hoy es un día de pánico para demasiados chicos y chicas LGB
[lesbianas, gais y bisexuales]”. Así resume Jesús Generelo, secretario
general de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB),
el momento del inicio de las clases para unos muchachos que son, con
frecuencia, objeto de ataques verbales y físicos por parte de sus
compañeros. Los datos de un estudio que ha presentado la FELGTB junto al
colectivo de Madrid Cogam
son elocuentes: el 43% de los que se sienten acosados por ser LGB
piensa en el suicidio; el 35% lo planes; el 17% lo intenta. Al comparar
con otros trabajos sobre el acoso en general, como el más reciente de la
OCU (Organización de Consumidores y Usuarios)
la proporción de los que se plantean quitarse la vida es el triple que
en el resto. En otros estudios, como algunos de EE UU, la proporción
sube a uno a siete, indicó Generelo. El informe coincide con el Día
Mundial del Suicidio, que se conmemora hoy.
La causa de esta desigualdad está en la acumulación de estigmas y la falta de apoyos. “Los padres que tienen un hijo gordo o con gafas ya saben que lo es”, afirma José Luis Ferrándiz, uno de los autores del trabajo. En cambio, la mayoría de los menores y jóvenes LGTB (la T es por transexuales, un grupo que sufre este problema aún en mayor grado pero que, por eso mismo, ha quedado fuera de este trabajo, explicó Generelo) intenta ocultarle el hecho a sus padres. De hecho, de los acosados, solo el 18% pidió ayuda a la familia; un 10% no lo hizo, pero no pudo ocultar su situación, y el resto, el 72%, no dijo nada en casa. “Al 35% le daba miedo el rechazo; el 28% se avergonzaba de ser acosado, y el 39% no lo consideró necesario, resumió Ferrándiz. “Son datos que hablan de sufrimiento”, añadió.
El trabajo se ha hecho por Internet y se basa en 653 cuestionarios
dados por válidos. Solo se podía contestar si se tenía de 12 a 25 años,
“por lo que refleja la educación de los últimos 10 años”, dijo Generelo.
“El acoso es mayoritariamente masculino”, quizá porque la
“invisibilidad de las lesbianas”, pueda tener un efecto falsamente
protector, indicó el secretario de la FELGTB. “También afecta a chicos
que no son gais, pero que son percibidos por sus compañeros como tales”,
aunque sobre estos no hay datos.
Las respuestas, recogidas por Internet, llegaron de 129 municipios de
44 provincias, lo que indica que “se trata de un problema estructural”,
indicó Generelo. Hay más de 100 de Madrid “que tiene Chueca [un barrio
considerado muy abierto con los gais” y donde se supone que este tema se
vive con naturalidad”, puso el autor principal del estudio como
ejemplo. “No es una encuesta representativa, pero sí significativa”,
indicó.
Generelo, que ha dirigido durante años los programas educativos de
Cogam, apuntó que más del 20% de los encuestados indicaban que el acoso
había empezado antes de los 12 años, lo que muestra que las tareas de
prevención tienen que comenzar en primaria. “No sirve de nada que haya
una asignatura a los 15 años cuando un chico puede llevar siete años
sufriendo el acoso”, añadió.
Ferrándiz resaltó la duración de este maltrato. “El 49% dice que lo
sufrió —o sufre— a diario; el 69% que ha durado más de un año”.
La encuesta también arroja un dato alarmante: de los encuestados, el
11% dice que recibió agresiones por parte de algún profesor. El trabajo
tiene también una parte cualitativa basada en entrevistas a seis de los
participantes –cinco chicos y una chica-. Las respuestas ilustran mejor
que los datos la situación: “Me cogieron entre tres personas, y 7 u 8 me
empezaron a orinar encima. El profesor vio lo que estaba pasando, y se
fue”, cuenta uno. “Mi familia también me maltrataba por gay, hasta el
punto de echarme de casa con lo puesto”, narra otro. “Siempre buscaba el
refugio del profesor de turno, y no obtenía respuesta. Incluso alguno
te decía que lo provocaba”. “Desde los nueve años sabía que la
autocensura era una apuesta de futuro”. "Me decía: la única solución es
el suicidio. dejo de sufrir yo y deja de sufrir mi familia, y en el
colegio les dejo tranquilo porque no tienen un maricón".
El trabajo no recoge cuántos de verdad se quitaron la vida. Lo que es
un hecho es que los suicidios son una de las primeras causas de muerte
entre ese grupo de edad, según el Instituto Nacional de Estadística.
Por ejemplo, entre 10 y 24 años (franjas de edades que se pueden
obtener del INE) en 2010 se suicidaron 125 chicos y chicas. Los
fallecidos de muerte violenta en total (lo que incluye suicidios y,
sobre todo, accidentes de tráfico) fueron 703. Por tumores fueron 297.