"`Miseuristas' adictos al 'lonchafinismo': Diez neologismos de la crisis que la RAE debería incorporar a la voz de ya"
publico.es (14/04/2014)
Hace ya 9 años, en 2005, cómo pasa el tiempo, El País se regodeaba de que una de sus lectoras había acuñado el término "mileurista", para definir "aquel joven licenciado, con idiomas, posgrados, másters y cursillos (...) que no gana más de 1.000 euros. Gasta más de un tercio de su sueldo en alquiler, porque le gusta la ciudad". Quien nos iba a decir que aquel palabro, de indudable sesgo peyorativo, se iba a convertir en aspiracional apenas una década después. ¿Mileurista? Quién pudiera. Lo que se lleva a hora es el miseurista.
Emprendemos como un solo hombre el séptimo año de la Gran Crisis y lo hacemos con el morral repleto de neologismos forjados en esta realidad cambiante y preapocalíptica. Frente a la neolengua oficial, que trata de ocultar la realidad con eufemismos, llega la jerga cruda e irónica de los foros de internet.
-Lonchafinista. N. 1. Dícese del ama de casa que pide en el mercados 100 gramos de jamón de york en lonchas, no finas, finísimas, para estirar al máximo la merienda de sus churumbeles. Eti. Lonchafinismo. Modalidad de consumo consistente en aparentar un nivel de vida que se perdió en el camino hace varios eones.
-Latún. N. 1. Moneda refugio consistente en el intercambio de latas de atún: "El latún obedece al objetivo de preservar el valor (el latún es duradero y se puede conservar con garantías) y ofrece la ventaja de ser comestible en caso de destrucción de todo sistema establecido y pérdida de valor de todo objeto, metal o papel financiero, por lo que el latún ofrece garantías como moneda de intercambio y por lo tal se postula como nueva divisa mundial".
-Madmaxismo. N.1. Escenario de crisis extrema por severa escasez de los recursos, estilo 'Mad Max'. P. ej.: "Saqueadores de latunes campan por sus anchas en el madmaxismo". (Mad Max comía latas para perros. Ya hubiera querido pillar una lata de Atún Calvo).
-Miseurista. N. 1. Trabajador cuyo jornal resulta miserable, apenas un puñado de piastras. 2. Condición inherente al licenciado por debajo de la treintena. Etim. Deriva del término "mileurista", surgido hace una década con significado peyorativo y que hoy resulta aspiracional.
-Tapayogurismo. N. 1. "Teoría económica que asegura que el stock de pisos vacíos es tan grande y la demanda tan pequeña en España que el precio de los pisos se deberá ajustar hasta ser el equivalente a los regalos que vienen en las tapas de los yogures. 2. Dícese de la teoría económica que predice la fecha en la que los pisos estarán a precio de saldo basándose en la fecha impresa en la tapa de los yogures que se compran en los supermercados. El Tapayogurista suele coleccionar tapaderas de yogur desde el año 2000 más o menos, fecha en la que ya predecía la brutal caída de los precios de la vivienda."
-Bancolchón. N. Dícese de la práctica de utilizar el colchón para guardar los ahorros protegidos de quiebras y cataclismos financieros de amplio espectro. 2. Acción preventiva y presumiblemente condenada al fracaso ante la inminencia del corralito.
-Cuencoarrocismo. N. 1 .Empleo remunerado con un cuenco de arroz al día. 2. Figura contemplada en la próxima reforma laboral para mejorar la competitividad de las empresas españolas.
-Tronista. N. 1. Concursante de programas de telerrealidad de Telecinco, pródigo en músculos, tatuses, chanclas y ego de hormigón armado. 2. Improbable salida profesional del miseurista. Etim: Aspirante al "trono", espacio imaginario de fama y renombre que habitúa a encarnarse físicamente en un jacuzzi o similar.
-Pepito. N.P. 1. Dícese del currante anumérico que -engañado por los bancos y propulsado por su propia codicia- se metió en una hipoteca a 30 años en la Era Pre-Lonchafinista. 2. Apócope cariñoso de Pepito Relámpago.
-Visillera. N. 1. Mujer más preocupada por los visillos de las cortinas de su nuevo y estupendo piso super-hipotecado que por estudiar detenidamente las clausulas de la hipoteca ante el notario". 2. Más que probable pareja de Pepito.