¿Puede una presencia invisible adueñarse de una casa y aterrorizar a sus habitantes? A primera vista, así parece ocurrir en las casas donde se manifiesta el fenómeno poltergeist. Este término, que en alemán significa “duende alborotador”, es usado por los parapsicólogos para definir los fenómenos insólitos de las casas embrujadas. Historiadores como Plinio el Joven o Plutarco han dejado constancia de algunos de ellos y el mismísimo fundador del protestantismo, Lutero, confesó haber sido testigo de fenómenos paranormales acaecidos en la cárcel donde pasó una temporada.
Fernando de Rojas (1470-1541) PÁRMENO.- ¿A dónde iremos, Sempronio? ¿A la cama a dormir o a la cocina a almorzar? SEMPRONIO.- Ve tú donde quisieres, que, antes que venga el día, quiero yo ir a Celestina a cobrar mi parte de la cadena. Que es una puta vieja, no le quiero dar tiempo en que fabrique alguna ruindad con que nos excluya. PÁRMENO.- Bien dices. Olvidádolo había. Vamos entrambos y, si en eso se pone, espantémosla de manera que le pese, que sobre dinero no hay amistad. SEMPRONIO.- ¡Ce, ce, calla!, que duerme cabe esta ventanilla. Ta, ta, señora Celestina, ábrenos. CELESTINA.- ¿Quién llama? SEMPRONIO.- Abre, que son tus hijos. CELESTINA.- No tengo yo hijos que anden a tal hora. SEMPRONIO.- Ábrenos a Pármeno y Sempronio, que nos venimos acá almorzar contigo. CELESTINA.- ¡Oh locos traviesos! Entrad, entrad. ¿Cómo venís a tal hora, que ya amanece? ¿Qué habéis hecho? ¿Qué os ha pasado? ¿Despidiose la esperanza de Calisto o vive todavía con ella, o cómo queda?
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Siglo XIV: Libro de Buen Amor No abandones tu dama, no dejes que esté quieta, siempre requieren uso mujer, molino y huerta; no quieren en su casa pasar días de fiesta, no quieren el olvido; cosa probada y cierta. »Es cosa bien segura: molino andando gana huerta mejor labrada da la mejor manzana, mujer muy requerida anda siempre lozana; con estas tres verdades no obrarás cosa vana. Dejó uno a su mujer (te contaré la hazaña; si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña). Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña, casó con mujer joven que amaba la compaña. Antes del mes cumplido dijo él: -Señora mía, a Flandes volo ir, regalos portaría. Dijo ella: -Monseñer, escoged vos el día, Mas no olvidéis la casa ni la persona mía. Dijo don Pitas Payas: -Dueña de la hermosura, Yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura Para que ella os impida hacer cualquier locura. Dijo ella: -Monseñer, haced vuestra mesura. ...
José Luis Coll (1931-2007) El diccionario de Coll Abantronar: Dejar, desamparar a una persona o cosa, en día de tormenta. Abarrimiento : Cansancio, fatiga, fastidio o molestia que siente el encargado del servicio de limpieza. Abdamen : Cavidad que en el cuerpo de las mujeres contiene principalmente los intestinos. Abiertamiente : Que miente con toda franqueza y sin reserva. Abundiente : Que posee dientes en cantidad copiosa, numerosa. Acagóse : Final violento o trágico, después de una abundante o desordenada comida. Acobordar : Amedrentar, causar o poner miedo, mientras se adorna la tela con bordaduras o filigranas de hilatura. Acojinamiento : Sentir pavor ante los cojines. Esta sensación era frecuente entre los sultanes y emires del Califato de Córdoba, cuando las innumerables mujeres del harén se aproximaban al marido con pretensiones de ser poseídas. Acondonar : Ceñir o sujetar con un condón. Acoñar : Fabri...
Gloria Fuertes (1917-1998) Todo asusta (1958) Miradme aquí Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las palomas. Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme. Clarividencias me rodean y sapos hurgan en los rincones, los amigos huyen porque yo no hago ruido y saben que en mi piel hay un fantasma. Me alimento de cosas que no como, echo al correo cartas que no escribo y dispongo de siglos venideros. Es sobrenatural que ame las rosas. Es peligroso el mar si no sé nada, peligroso el amor si no sé nada. Me preguntan los hombres con sus ojos, las madres me preguntan con sus hijos, los árboles me insisten con sus hojas y el grito es torrencial y el trueno es hilo de voz y me coso las carnes con mi hilo de voz: ¡Si no sé nada!
Pilar Álvarez EL PAÍS, 21/01/2026 “Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir”, dejó escrito Diego en una carta a sus padres Diego dejó escrita una carta antes de suicidarse tirándose por la ventana del quinto piso de su vivienda el pasado 14 de octubre. En ella, este niño madrileño de 11 años se despedía de sus padres diciendo: “Nunca os olvidaré”. Además, dedicaba unas palabras a su abuelo, a su tío, a su hermanastra, y dejaba la siguiente frase: “Os digo esto porque yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir”. Los padres, Carmen y Manuel González, de 52 y 57 años, se aferran a esa carta para pedir que se reabra el caso de su hijo, alumno de un centro concertado religioso madrileño, por un posible acoso escolar. El juzgado de Instrucción 1 de Leganés (Madrid) archivó la causa en diciembre “al no poder determinarse que hubiera habido intermediación de terceros en la muerte del pequeño”, según fuentes judiciales. Los padres presentaron un recurso ...
Don Juan Manuel: El Conde Lucanor o Libro de Patronio. Siglo XIV Otra vez, hablando el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo que estaba muy preocupado por algo que quería hacer, pues, si acaso lo hiciera, muchas personas encontrarían motivo para criticárselo; pero, si dejara de hacerlo, creía él mismo que también se lo podrían censurar con razón. Contó a Patronio de qué se trataba y le rogó que le aconsejase en este asunto. -Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, ciertamente sé que encontraréis a muchos que podrían aconsejaros mejor que yo y, como Dios os hizo de buen entendimiento, mi consejo no os hará mucha falta; pero, como me lo habéis pedido, os diré lo que pienso de este asunto. Señor Conde Lucanor -continuó Patronio-, me gustaría mucho que pensarais en la historia de lo que ocurrió a un hombre bueno con su hijo. El conde le pidió que le contase lo que les había pasado, y así dijo Patronio: -Señor, sucedió que un buen hombre tenía un hijo qu...
José de Espronceda (1808-1842) El estudiante de Salamanca Y entonces la visión del blanco velo al fiero Montemar tendió una mano, y era su tacto de crispante hielo, y resistirlo audaz intentó en vano: galvánica, cruel, nerviosa y fría, histérica y horrible sensación, toda la sangre coagulada envía agolpada y helada al corazón... Y a su despecho y maldiciendo al cielo, de ella apartó su mano Montemar, y temerario alzándola a su velo, tirando de él la descubrió la faz.
Fernando de Rojas (1470-1541) ARGUMENTO DEL PRIMER ACTO DE ESTA COMEDIA Entrando Calisto en una huerta en pos de un halcón suyo, halló ahí a Melibea, de cuyo amor preso, comenzole de hablar. De la cual rigurosamente despedido, fue para su casa muy angustiado. Habló con un criado suyo llamado Sempronio, el cual, después de muchas razones, le enderezó a una vieja llamada Celestina, en cuya casa tenía el mismo criado una enamorada llamada Elicia, la cual, viniendo Sempronio a casa de Celestina con el negocio de su amo, tenía a otro consigo, llamado Crito, al cual escondieron. Entretanto que Sempronio está negociando con Celestina, Calisto está razonando con otro criado suyo, por nombre Pármeno, el cual razonamiento dura hasta que llega Sempronio y Celestina a casa de Calisto. Pármeno fue conocido de Celestina, la cual mucho le dice de los hechos y conocimiento de su madre, induciéndole a amor y concordia de Sempronio. CALISTO.- En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios...
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Arias tristes (1903) Yo dije que me gustaba -ella me estuvo escuchando- que, en primavera, el amor fuera vestido de blanco. Alzó sus ojos azules y se me quedó mirando, con una triste sonrisa en sus virjinales labios. Siempre que crucé su calle, al ponerse el sol de mayo estaba seria, en su puerta, toda vestida de blanco .