"Es una tarde cenicienta y mustia..."

Finales del XIX-Principios del XX
Soledades, galerías y otros poemas.


Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo:
-Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.
*
Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tu eres la nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.

Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito y asombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.

Entradas populares de este blog

Tratado II: El clérigo de Maqueda

"El diccionario de Coll"

"España es así: los canis"

Tratado III: El escudero

A Sancho Panza

Tratado IV- El fraile de la Merced

"Carta final a Carlota"

"La casada infiel"

"Cantar de Mio Cid: la despedida"

Romance del Conde Olinos