Tomàs Navarro ELPERIODICO.COM. 27/01/2016. (Psicólogo. Se dedica a la psicología, la consultoría, la formación y la divulgación. Autor de 'Fortaleza emocional') El sufrimiento humano me desespera -es lo que te pasa cuando tienes un 'overbooking' de neuronas espejo- pero cuando el que sufre es un niño, tengo un acceso de ira que nace en lo más profundo de mi alma. El 'bullying' no es un compendio de mala suerte, ni una casualidad, ni algo circunstancial. El 'bullying' es un fenómeno que ocurre por obra y desgracia de varios agentes, de manera repetida, durante un periodo de tiempo. Vamos por partes. El primer agente implicado es el profesor. El profesor es el responsable de lo que ocurre en el colegio durante todo el tiempo que los alumnos están dentro. Esta responsabilidad no es apta para cualquiera. El maestro, el buen maestro, ama a sus pupilos, los cuida, los guía, los educa y todo ello lo hace sin olvidar que son pequeños y sensibl...
Pilar Álvarez EL PAÍS, 21/01/2026 “Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir”, dejó escrito Diego en una carta a sus padres Diego dejó escrita una carta antes de suicidarse tirándose por la ventana del quinto piso de su vivienda el pasado 14 de octubre. En ella, este niño madrileño de 11 años se despedía de sus padres diciendo: “Nunca os olvidaré”. Además, dedicaba unas palabras a su abuelo, a su tío, a su hermanastra, y dejaba la siguiente frase: “Os digo esto porque yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir”. Los padres, Carmen y Manuel González, de 52 y 57 años, se aferran a esa carta para pedir que se reabra el caso de su hijo, alumno de un centro concertado religioso madrileño, por un posible acoso escolar. El juzgado de Instrucción 1 de Leganés (Madrid) archivó la causa en diciembre “al no poder determinarse que hubiera habido intermediación de terceros en la muerte del pequeño”, según fuentes judiciales. Los padres presentaron un recurso ...
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha (1615) Capítulo LXIIII- Que trata de la aventura que más pesadumbre dio a don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido Y una mañana, saliendo don Quijote a pasearse por la playa armado de todas sus armas, porque, como muchas veces decía, ellas eran sus arreos, y su descanso el pelear, y no se hallaba sin ellas un punto, vio venir hacia él un caballero, armado asimismo de punta en blanco, que en el escudo traía pintada una luna resplandeciente; el cual, llegándose a trecho que podía ser oído, en altas voces, encaminando sus razones a don Quijote, dijo: —Insigne caballero y jamás como se debe alabado don Quijote de la Mancha, yo soy el Caballero de la Blanca Luna, cuyas ...
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha (1615) Capítulo III- Del ridículo razonamiento que pasó entre don Quijote, Sancho Panza y el bachiller Sansón Carrasco Pensativo además quedó don Quijote, esperando al bachiller Carrasco, de quien esperaba oír las nuevas de sí mismo puestas en libro, como había dicho Sancho, y no se podía persuadir a que tal historia hubiese, pues aún no estaba enjuta en la cuchilla de su espada la sangre de los enemigos que había muerto, y ya querían que anduviesen en estampa sus altas caballerías. Con todo eso, imaginó que algún sabio, o ya amigo o enemigo, por arte de encantamento las habrá dado a la estampa(...) Con esto se consoló algún tanto, pero desconsolóle pensar que su autor era ...
Garcilaso de la Vega 1499?-1536 Hermosas ninfas, que, en el río metidas, contentas habitáis en las moradas de relucientes piedras fabricadas y en columnas de vidrio sostenidas; agora estéis labrando embebecidas o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas contándoos los amores y las vidas: dejad un rato la labor, alzando vuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando, que o no podréis de lástima escucharme, o convertido en agua aquí llorando, podréis allá despacio consolarme.
Antonio Machado Finales del XIX-Principios del XX Soledades, galerías y otros poemas (1902/1907) Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero... - La tarde cayendo está-. "En el corazón tenía la espina de una pasión; logré arrancármela un día: ya no siento el corazón". Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos del río. La tarde más se oscurece; y el camino que serpea y débilmente blanquea se enturbia y desaparece. Mi cantar vuelve a plañir: "Aguda espina dorada, quién te pudiera sentir en el corazón clavada".
Cantar de Mio Cid Anónimo- Siglos XII-XIII Ya la oración se termina, la misa acabada está, de la iglesia salieron y prepáranse a marchar. El Cid a doña Jimena un abrazo le fue a dar y doña Jimena al Cid la mano le va a besar; no sabía ella qué hacerse más que llorar y llorar. A sus dos niñas el Cid mucho las vuelve a mirar. "A Dios os entrego, hijas, nos hemos de separar y sólo Dios sabe cuándo nos volvamos a juntar." Mucho que lloraban todos, nunca visteis más llorar; como la uña de la carne así apartándose van. Mío Cid con sus vasallos se dispone a cabalgar, la cabeza va volviendo a ver si todos están. Habló Minaya Álvar Fáñez, bien oiréis lo que dirá: "Cid, en buena hora nacido, ¿vuestro ánimo dónde está? Pensemos en ir andando y déjese lo demás, todos los duelos de hoy en gozo se tornarán, y Dios que nos dio las almas su consejo nos dará”. Al abad don Sancho vuelve de nuevo a recomendar que atienda a doña Jimena y a las d...
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Diario de un poeta recién casado (1916) Parece, mar, que luchas —¡Oh desorden sin fin, hierro incesante!— por encontrarte o porque yo te encuentre. ¡Qué inmenso demostrarte, en tu desnudez sola —sin compañera… o sin compañero según te diga el mar o la mar—, creando el espectáculo completo de nuestro mundo de hoy! Estás, como en un parto, dándote a luz —¡con qué fatiga!— a ti mismo, ¡mar único!, a ti mismo, a ti sólo y en tu misma y sola plenitud de plenitudes, …¡por encontrarte o porque yo te encuentre!
Anónimo Lazarillo de Tormes (1554) Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era verdad; que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una dellas fue ésta. Finalmente, el clérigo me recibió por suyo. Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con ser la mesma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la laceria del mundo estaba encerrada en éste. No sé si de su cosecha era, o lo había anexado con el hábito de clerecía.
José Luis Coll (1931-2007) El diccionario de Coll Abantronar: Dejar, desamparar a una persona o cosa, en día de tormenta. Abarrimiento : Cansancio, fatiga, fastidio o molestia que siente el encargado del servicio de limpieza. Abdamen : Cavidad que en el cuerpo de las mujeres contiene principalmente los intestinos. Abiertamiente : Que miente con toda franqueza y sin reserva. Abundiente : Que posee dientes en cantidad copiosa, numerosa. Acagóse : Final violento o trágico, después de una abundante o desordenada comida. Acobordar : Amedrentar, causar o poner miedo, mientras se adorna la tela con bordaduras o filigranas de hilatura. Acojinamiento : Sentir pavor ante los cojines. Esta sensación era frecuente entre los sultanes y emires del Califato de Córdoba, cuando las innumerables mujeres del harén se aproximaban al marido con pretensiones de ser poseídas. Acondonar : Ceñir o sujetar con un condón. Acoñar : Fabri...