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Mostrando entradas de marzo, 2015

La Cenicienta

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Roald Dahl (1916-1990)   Cuentos en verso para niños perversos (1982) "¡Si ya nos la sabemos de memoria!", diréis. Y, sin embargo, de esta historia tenéis una versión falsificada, rosada, tonta, cursi, azucarada, que alguien con la mollera un poco rancia consideró mejor para la infancia... El lío se organiza en el momento en que las Hermanastras de este cuento se marchan a Palacio y la pequeña se queda en la bodega a partir leña. Allí, entre los ratones llora y grita, golpea la pared, se desgañita: "¡Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas! ¡¡Os arrancaré el moño por granujas!!". Y así hasta que por fin asoma el Hada por el encierro en el que está su ahijada. "¿Qué puedo hacer por ti, Ceny querida? ¿Por qué gritas así? ¿Tan mala vida te dan esas lechuzas?". "¡Frita estoy porque ellas van al baile y yo no voy!". La chica patalea furibunda: "¡Pues yo también iré a

"Los amantes de Teruel": la leyenda

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Adaptada de la página "Teruel Tirwal" En el siglo XIII, en un edificio a mitad de lo que hoy es la calle de los Amantes, vivía don Martín de Marcilla, con su mujer y sus tres hijos: don Sancho, don Diego y don Pedro. La familia Marcilla era muy importante en el Teruel de aquel entonces, pues el propio don Martín de Marcilla fue Juez de Teruel durante los años 1192 y 1193. Poseían una gran hacienda, pero en 1208 quedó empobrecida a causa de una terrible plaga de langosta que asoló la comarca. Muy próxima a la casa de los Marcilla vivía la familia de don Pedro de Segura, que aunque de menos linaje y nobleza que los Marcilla, había prosperado más por su dedicación al comercio, llegando a ser una de las familias más ricas de Teruel. El matrimonio Segura tenía una hermosa hija, Isabel de Segura, con la que Diego de Marcilla jugó desde niño y entabló una gran amistad durante su adolescencia. Con el transcurso del tiempo y casi sin darse cuenta, los juegos y la amistad